jueves, 26 de mayo de 2011

Enamorarse.

Dicen que es cosa de tontos enamorarse, tener sentimientos, amar. Hoy es sólo cosa de un beso, ya nadie de promete más allá del tiempo, nadie cree en lo eterno. Dicen que es peligroso enamorarse, porque al fin y al cabo, todo eso que hayas sentido por esa persona, se desvanecerá, morirá, todo quedará en un recuerdo. Porque al fin y al cabo "nada es para siempre".

Puede que lleven razón, que es tontería ilusionarse, porque cuando todo acaba, sufres más de lo que te podías imaginar. Y duele. Duele recordar todo lo vivido junto a esa persona a la que tanto quieres.
Pero cuando consigues aliviar todo ese dolor, sólo recuerdas los buenos momentos.
Esos momentos en los que eras feliz, en los que no te importaba lo que dijesen de tí, en los que vivías tu vida al límite por miedo a pensar que ya no hubiese un mañana, en los que cada día amanecías con la ilsión de que ese día sería el mejor. Y no te importaba nada, sólo esa persona. La persona que hacía que tu vida fuera un cuento, o quizás un sueño. Un sueño del que no querrías despertar jamás.
Nadie sabe lo que  podrá pasar mañana, por eso, yo, quiero amarte hoy. Quiero abrirte todas las puertas de mi alma.
Hoy te quiero, y le abro al corazón una ventana. Porque ésto que siento por tí es amor y es tan grande que en mis palabras no cabe. No sé explicar esta sensación.
Yo sólo quiero amarte hoy, por si no existe un mañana.
Cubre mis sueños con tu calor. Quiero sentir que sólo somos tu y yo.

Quiero soñar.

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