sábado, 25 de junio de 2011

Un príncipe azul.

Siempre estamos diciendo que no los necesitamos para nada. Pero en el fondo estamos deseando encontrar a alguien con quien compartir nuestra vida. Pero entonces, ¿por qué hay tantas mujeres solas?
¿Será que nos hemos vuelto demasiado exigentes? ¿Será que tenemos miedo de volver a equivocarnos por haber escogido anteriormente a personas inadecuadas? ¿O quizá pedimos demasiado?
Queremos un hombre romántico pero no empalagoso, tierno pero con personalidad, fuerte pero que no sea un bruto, moderno pero con principios y valores, divertido pero responsable, protector pero no celoso, guapo pero no prepotente...en resumen: Un Príncipe Azul. El problema es que no existe.
Nosotras exigimos que cumplan innumerables requisitos y ellos no quieren que se les exija nada.
Cuando se enamoran de nosotras creen que han encontrado una mujer que les acepta con sus virtudes y, sobre todo, con sus defectos. Nosotras, cuando nos enamoramos, estamos convencidas de que podremos cambiar todo aquello que no nos gusta de ellos y convertirlos en la pareja ideal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario